sábado, 5 de mayo de 2018

TREN AL SUR, LA COLUMNA


POESIA EN SANTIAGO
Oscar Javier Martínez/Especial


Todo es epidermis.
Nada construimos
sin el tacto.
Rodrigo Rojas

Voy camino a encontrarme con la edición 44 de la Feria Internacional del libro de Buenos Aires; pero antes de ello hago la primera parada de este viaje al Sur en Santiago de Chile, la ciudad de nacimiento de Ludwig Zeller, ese enorme y singular poeta que comenzó su periplo literario en estas calles, animando la vida cultural entre los años sesenta y setenta con su compañera Susana Wald y el proyecto Casa de la Luna. Poco antes del golpe militar encabezado por Pinochet la pareja emprende el camino del exilio, primero a Toronto y luego a Oaxaca, donde construyeron su casa y siguieron escribiendo, pintando, traduciendo y editando.

De soñar Santiago a través de los recuerdos de Ludwig y Susana, ahora de verdad estoy aquí, caminando sus calles y encontrándome con un país en plena transformación, con una actividad cultural muy potente y con algunos de los personajes más importantes de la poesía chilena actual. Sin proponérmelo, he llegado justo en los días en que se lleva a cabo el Primer Festival Internacional de Poesía Santiago, que convoca a cien poetas de treinta países en veintidós recitales que se han llevado a cabo en lugares tan diversos como la Biblioteca Nacional, la embajada de Perú, distintas universidades y colegios así como en penitenciarías, mercados, bares, cafés y plazas. El poeta peruano Javier Llaxacóndor es el director de este festival, auspiciado por instituciones del gobierno chileno y foráneas.

El festival me permite escuchar a poetas de China, India, Benin, Cataluña, Australia y por supuesto Chile. Entre ellos destaca la figura de Manuel Silva Acevedo, uno de los mitos vivientes del país, ganador del Premio Nacional de Literatura en el año 2016 y con una obra reconocida a nivel internacional. Junto a poetas de este calado se encuentra un puñado de jóvenes que desde la experimentación y el cruce entre disciplinas representan el lado más alternativo de la poesía local. Pablo Fante, participa también en el Festival; él es miembro fundador de la Orquesta de Poetas, un colectivo que desde 2011 realizan poesía sonora y experimental y al que pertenecen también los poetas y músicos Federico Eisner, Felipe Cussen, Marcela Parra, José Burdiles y Fernando Pérez Villalón. La Orquesta de Poetas estuvo en 2017 en la Feria Internacional del Libro de Oaxaca presentando un espectáculo de homenaje a Ludwig Zeller, Rosamel del Valle y Humberto Díaz Casanueva.

En la Orquesta de Poetas confluyen artistas que desarrollan su trabajo en otros campos. Pablo Fante es productor musical y audiovisual en Estudios Banana, además de editar sus propios libros. En su juventud, por cierto, antes de irse a Francia a doctorarse en literatura, formo parte de la banda de Heavy Metal Six Magics, con quienes grabó un demo. La banda después se convirtió en una de las más relevantes agrupaciones del género, con presencia internacional muy importante. Federico Eisner es el director del Festival Poesía y Música, que celebrará su tercera edición el próximo septiembre. Marcela Parra es una destacara cantante, compositora e instrumentista que desarrolla su trabajo en distintas vertientes, como el trío punk Clarens, con quienes ha editado el disco Pornoamateur.

Gonzáles y Los Asistentes es otro grupo que combina la poesía con el rock. Formado en 1997 por Gonzalo Henríquez –hermano menor de Álvaro, cantante y guitarrista de la popular banda Los Tres- este colectivo ha editado varios discos. En 2011 lanzaron Desiertos de Amor, una abrasiva colaboración con Raúl Zurita, leyenda viviente de la poesía chilena.

Finalmente, destaca el trabajo de dos editoriales cuyas propuestas representan la diversidad del panorama de las letras en Chile. Cuarto Propio, fundada en 1984 y que se inspira en el manifiesto feminista de Virginia Woolf, creada para dar salida al pensamiento crítico vetado durante la dictadura. Mas joven y experimental es la editorial Libros del Pez espiral, animada por Daniel Madrid y un equipo de poetas, editores y artistas visuales que se declaran: haciendo los libros que nos gustan, buscando que cada uno de ellos se transforme en un objeto único. Mantenemos una línea de trabajo consciente de las potencialidades estéticas del libro como objeto, una línea en espiral.

Este es apenas un atisbo de la bulliciosa escena de la poesía chilena contemporánea. Por ahora toca despedirse de esta hermosa ciudad, que poco a poco va poniéndose a cuenta con su pasado y construyendo una nueva historia

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